Causa y Efecto

Si te preguntas ¿ por qué las niñas adolescentes son las solución para mejorar a México y al mundo entero? La respuesta es simple: Causa y Efecto.

Las mujeres somos la mitad de la población del mundo y las madres de la otra mitad. La infuencia que ejercemos sobre el desarrollo de nuestros hijos, entenidos como las nuevas generaciones, es crucial. De la experiencia que esos niños y niñas vivan durante su niñez dependerá en mucho su futuro y la forma en que se relacionen con el mundo.

En la edad adulta los seres humanos tendemos a repetir patrones de conducta y a comportarnos a partir de las creencias que aprendimos y aquello que vivimos en nuestra niñez, por lo tanto una niñez con escacez, sufrimiento, ingnorancia y violencia se verá reflejada en la edad adulta. 

Hoy existen 600 millones de niñas y mujeres adolescentes en países en desarrollo, de las cuales el 90% serán madres, y muchas de ellas antes de los 18 años. Más del 50% de esas niñas vive en situaciones de pobreza, quienes sin los recursos, la educación, información y apoyo serán incapaces de proveer a sus hijos de una calidad de vida apropiada, ni de educación, ni de salud, ni de oportunidades, lo que los mantendrá dentro del ciclo vicioso de pobreza que se reptie generación tras generación.

La fuerza transformadora de las niñas adolescentes es única. Al estar en el umbral de la edad adulta, son conscientes de que en ese umbral se puede decidir el rumbo de su destino; el proceso de construcción de su personalidad e ideales, las mantiene positivas hacia su futuro, y así como una de las opciones es continuar con los patrones generacionales de pobreza y sufrimiento, también existe la opción de romper con ellos y tener una mejor calidad de vida.

 

La salud física y mental de las mujeres y las niñas es clave para generar un cambio en las siguientes generaciones, y ese cambio se verá reflejado en su familia, comunidad, ciudad, país y en el mundo entero.

La Ley de la Causa y Efecto.